«Abrazad la cruz. Es la donación de la vida para construir la paz y la comunión entre los hombres»
En una abarrotada Catedral de la Almudena tuvo lugar la noche del 2 de febrero la vigilia de oración con jóvenes en la que participaron jóvenes de nuestra parroquia de Santa María que el pasado verano participaron de una semana en Taizé. Estuvieron acompañados por varios adultos también de nuestra Concatedral.
«Abrazad la cruz. La cruz no es la
negación de la existencia, es la donación de la vida para construir la paz y la comunión entre los hombres. Así lo hizo el Señor. Triunfamos si nos damos. Queremos triunfar con Cristo». Son palabras del cardenal Osoro este viernes en la vigilia de oración con jóvenes de febrero, impregnada en esta ocasión del espíritu de Taizé gracias a la música y a los iconos colocados en el altar.
Al concluir su reflexión al hilo del Evangelio de este domingo, el purpurado fue el primero en postrarse delante de una cruz de la comunidad francesa para adorar a Aquel que «nos invita a la alegría que nace del Evangelio, a la comunión que se construye desde el amor, a la reconciliación que se construye también con el amor mismo de Dios».
Luego le siguieron los centenares de jóvenes congregados en la catedral, que tenían fresca la idea de que «a los discípulos de Jesús nos interesan todos los hombres». «Es bueno que subamos y miremos desde la cruz y miremos a todos los hombres. No seamos egoístas, no nos miremos a nosotros», les había dicho poco antes el arzobispo.
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